Comercio justo / Hospedaje justo
Cuando un viajero planifica sus vacaciones, generalmente, para encontrar un lugar en donde hospedarse, lo primero que hace es acudir a internet .
Busca en esos portales, tan famosos y superconocidos por el gran público, un lugar que reúna los requisitos que ellos desean, pide información a varios alojamientos y, unos les contestan y otros no, y al final elige uno, seguramente el primero o segundo que aparece en el portal .
Lo hace por comodidad, porque es lo que se lleva, porque esos mismos portales les "venden la moto" de que velan por su seguridad, que si tienen un problema con el establecimiento contratado, ahí están ellos para salvaguardar sus derechos; porque piensan que encuentran el mejor precio, etc , etc .
A todos esos viajeros decirles que todos los establecimientos turísticos, por ley, tenemos que estar registrados en el Departamento de Turismo de nuestra Comunidad Autónoma; que hemos pasado y pasamos periódicamente unas inspecciones de turismo, en donde nos exigen unos requisitos mínimos y si no los cumplimos, además de la multa nos pueden cerrar el establecimiento; que existen hojas de reclamaciones a disposición de nuestros clientes; y, además, somos los propios establecimientos los mas interesados en que nuestros clientes se vayan satisfechos, pues para nosotros, es la mejor propaganda.
A todos esos viajeros decirles que todos los establecimientos turísticos, por ley, tenemos que estar registrados en el Departamento de Turismo de nuestra Comunidad Autónoma; que hemos pasado y pasamos periódicamente unas inspecciones de turismo, en donde nos exigen unos requisitos mínimos y si no los cumplimos, además de la multa nos pueden cerrar el establecimiento; que existen hojas de reclamaciones a disposición de nuestros clientes; y, además, somos los propios establecimientos los mas interesados en que nuestros clientes se vayan satisfechos, pues para nosotros, es la mejor propaganda.
Todos esos portales, unos con sede en Bélgica, en Inglaterra, otros en Estados Unidos... y, últimamente, hasta en Rusia, no son gratuitos: nos están cobrando a los establecimientos un 15 o un 20% por cada huésped que nos envían, otros un euro por cada "clic"que hace alguien en nuestro anuncio (tanto si luego lo contrata como si no ) y otros, los más, una cuota fija al año que puede llegar hasta los mil y pico euros según el lugar donde te posicionen.
Como curiosidad : estos últimos tienen unas tarifas gratuitas en las cuales cuando un viajero se interesa por alguno de estos establecimientos, este portal envía al establecimiento el mensaje del viajero interesado pasadas 48 horas, se supone que en ese tiempo este viajero ya habrá elegido otro establecimiento que sí les ha pagado lo que ellos piden, además para más inrri, te envían un mensaje diciendo " Fulanito se ha interesado por su establecimiento, pasadas 48 horas le daremos su dirección para que pueda contestarle, si quiere contestarle ahora contrate la tarifa Tal y pague mil y pico euros".
Estos portales podrán decir que están creando empleo , pero lo cierto es que están completamente informatizados, tienen puestas unas plantillas, las rellenas y ya tienes tu establecimiento (ya sea legal o no , tanto les da) en su portal. Son de unos señores que, están en Bélgica, Estados Unidos o Rusia que han sabido posicionarse en internet y se están forrando a nuestra costa , tanto a consta del establecimiento que les paga, como del huésped que es el consumidor final.
Nos está pasando lo mismo que al agricultor, que le pagan su patata, su lechuga o su maíz a céntimo y al consumidor se la cobran a euro. ¿ Quien se queda el beneficio? el intermediario, como siempre.
Tal y como hablan del "Comercio Justo" os propongo practicar el "HOSPEDAJE JUSTO", utilizando esos portales, si, esos mismos portales, pero cuando hayáis encontrado ese o esos alojamientos que os satisfagan, busquéis sus paginas web y contratéis directamente con el establecimiento.
Pensad que si así lo hacéis, seguramente habrá algún alojamiento, hotel o casa rural, en algún lugar, que no estará encaminado al cierre pues los beneficios se los queda él y no un intermediario y podréis disponer de él en el momento que creáis conveniente.
Y, mientras tanto, nosotros, los pequeños establecimientos, si queremos seguir estando ahí y como dicen en mi pueblo: ¡¡a seguir mordiendo cartucho!!
Como curiosidad : estos últimos tienen unas tarifas gratuitas en las cuales cuando un viajero se interesa por alguno de estos establecimientos, este portal envía al establecimiento el mensaje del viajero interesado pasadas 48 horas, se supone que en ese tiempo este viajero ya habrá elegido otro establecimiento que sí les ha pagado lo que ellos piden, además para más inrri, te envían un mensaje diciendo " Fulanito se ha interesado por su establecimiento, pasadas 48 horas le daremos su dirección para que pueda contestarle, si quiere contestarle ahora contrate la tarifa Tal y pague mil y pico euros".
Estos portales podrán decir que están creando empleo , pero lo cierto es que están completamente informatizados, tienen puestas unas plantillas, las rellenas y ya tienes tu establecimiento (ya sea legal o no , tanto les da) en su portal. Son de unos señores que, están en Bélgica, Estados Unidos o Rusia que han sabido posicionarse en internet y se están forrando a nuestra costa , tanto a consta del establecimiento que les paga, como del huésped que es el consumidor final.
Nos está pasando lo mismo que al agricultor, que le pagan su patata, su lechuga o su maíz a céntimo y al consumidor se la cobran a euro. ¿ Quien se queda el beneficio? el intermediario, como siempre.
Tal y como hablan del "Comercio Justo" os propongo practicar el "HOSPEDAJE JUSTO", utilizando esos portales, si, esos mismos portales, pero cuando hayáis encontrado ese o esos alojamientos que os satisfagan, busquéis sus paginas web y contratéis directamente con el establecimiento.
Pensad que si así lo hacéis, seguramente habrá algún alojamiento, hotel o casa rural, en algún lugar, que no estará encaminado al cierre pues los beneficios se los queda él y no un intermediario y podréis disponer de él en el momento que creáis conveniente.
Y, mientras tanto, nosotros, los pequeños establecimientos, si queremos seguir estando ahí y como dicen en mi pueblo: ¡¡a seguir mordiendo cartucho!!
